martes, 29 de julio de 2014

ENTREVISTA ACTUALIDAD



Prosiguiendo con nuestras entrevistas “francesas”, hoy es la economía, tan importante y manida en la actualidad, la que encuentra una aclaración desde el país galo, a través de la joven estudiante de dicha disciplina, de intercambio en la Universidad del Bío-Bío, Rosine Tarte. Veamos que es lo que nos cuenta.

CCA: Cuéntanos un poquito de ti ¿Qué andas haciendo por Concepción?

RT: Vengo de Reims, la ciudad donde se produce el champagne, en el norte de Francia, donde estudio en el Instituto Tecnológico de dicha ciudad la carrera de Comercialización, que acá no existe. Por ahora hago una pasantía en la UBB, en su escuela de Ingeniería Comercial. Estoy aprovechando las oportunidades que nuestro país nos brinda para estudiar en el extranjero.

Vine a Latinoamérica porque la encuentro exótica, y Chile, concretamente, me parece un caso digno de observar, por su desarrollo, pese a que en Francia no se sabe mucho de este país. Estoy tomando la experiencia de manera completa, ya que estoy viviendo en casa de una familia en Collao. He sido muy acogida por ellos, así como por mis compañeros de universidad que están felices con mi presencia, ya que les sirve para conocer una cultura de la que sólo conocen los estereotipos televisivos.

CCA: ¿Qué sientes acerca de los cuestionamientos, cada vez más intensos, respecto de que la economía no es realmente una ciencia?

RT: No, ya que es una idea dominante en un momento en una sociedad y cultura respecto de lo que se quiere realizar y lograr en dicha sociedad. En el fondo es una teoría utilitaria que sirve para construir determinados instrumentos y normas que ayudarán a cumplir el objetivo trazado por el gobierno de turno, en cuanto a la distribución de ingresos y consecución de metas, dentro del plan de crecimiento y desarrollo de las personas y su calidad de vida, que es lo importante al final. Es la visión francesa al menos.

Sé que puede sonar muy diferente a lo que Uds. conocen acá, donde todo está más liberado y menos regulado, pero allá se trata de una construcción colectiva desde el Estado, que para eso está.
Finalmente la economía, no es una ciencia como la física o la química. Es una ideología aplicada de manera relativa, de acuerdo a los intereses y prioridades del momento.

CCA: ¿Cuál es la diferencia entre la enseñanza de la economía en Chile y en Francia?

RT: Hay un abismo, ya que acá a mis compañeros sólo se les enseña teoría, descuidando completamente lo práctico, lo que hace muy peligroso el modelo, ya que se desdeñan cosas que son parte de la realidad, y no se están considerando. Además, mis compañeros no tienen una gran cultura, lo que hace que asuman situaciones o prejuicios sobre países y culturas que pueden perjudicar su juicio económico sobre ellas. Por eso allá se nos fomenta y subsidia para que salgamos a recorrer el mundo, de manera de formarnos por nosotros mismos, y no a través de profesores ni libros, nuestro criterio, en base a lo que conocimos en las aulas extranjeras y en la vida cotidiana de cada país.

Acá todo se hace en base a gráficos, y no de acuerdo a experiencias reales de vivencia, como es allá. En Francia, todos los meses debemos hablar con trabajadores, para conocer el mundo laboral real. Acá los economistas chilenos no saben reaccionar frente a un profesional X que ejerce su labor. Sólo conocen teorías. No saben explicar, por ejemplo, la inflación con lenguaje sencillo y trasponerlo a un contexto mayor, sin recurrir a cifras, que se obtienen del cálculo, que no es el fin de algo, sólo un instrumento.

CCA: ¿Cuáles son las diferencias entre el modelo económico francés y el chileno?

RT: La economía francesa es coyuntural, es decir, se van construyendo ciclos por periodos cortos de años, donde se intentan conseguir determinadas metas y objetivos, globales y específicos. Se trata de mantener la estabilidad ante todo. Además, es una economía en relación, o sea, está absolutamente integrada con la Comunidad Económica Europea, de la que es parte indivisible. Todo el plan del gobierno debe encasillarse en la política de la Unión, que busca, como una unidad que actúa ante el mundo, lo mejor para todos, asegurando un gran nivel de intercambio y bonanza interna. Se controlan, además, la banca y las finanzas. En Francia se trata de proteger la producción interna, frente a los chinos, por ejemplo.

El modelo chileno, en cambio, es de absoluta inspiración estadounidense, lo que significa que es abierta, lo que puede ser muy beneficioso en algunas áreas, pero muy perjudicial cuando no existen ventajas competitivas. La gente común y corriente queda más expuesta a los vaivenes internacionales ya que, además, Uds. como país se las arreglan solos en la globalidad, lo que puede ser muy difícil para un país pequeño y mono exportador, ya que el resto de sus exportaciones no-cobre, son privadas y benefician sólo a una elite. Acá, el sistema bancario y financiero hace lo que quiere con la gente. Las regiones tampoco reciben lo que les corresponde por su aporte al PIB. Está muy centralizado todo.

CCA: Respecto de la actual crisis, qué puedes contarnos, ya que hay una serie de clichés que circulan, como que “pasará pronto”, que sólo hay que hacer “ajustes menores” o que “los grandes empresarios también perdieron”.

RT: Ésta es una crisis mayor, de grandes proporciones, que afecta a todos los países del mundo, y no una cosa pequeña como se dijo desde Wall Street. En Francia y la CEE ya se había previsto, pues consideramos que el capitalismo norteamericano, tal como se conoce, debe dejar de existir, pues es un modelo inviable a mediano y largo plazo. No pueden existir tantos créditos con tasas tan altas. Esto tiene para rato, y el próximo año se verán más efectos.

En EEUU está todo muy inflado, ya que un europeo se endeuda 1 y el norteamericano 10. Esto no se restringe a un ámbito técnico, como se ha dicho en Chile. La base de la crisis es que los grandes especuladores quieren ganar cada vez más y más dinero, a costa de lo que sea. A los medios de comunicación hay que creerle la mitad de lo que dicen sobre esto. Es cosa de ver como el gobierno de Bush puso dinero para salvar a los grandes conglomerados. Ese sistema está viciado por todos lados.

El gobierno chileno no debe hacerse eco de lo que sucede en Washington y sólo escuchar una voz como consejo, debe saber muy bien lo que ocurre dentro del país. A Chile aún le falta mucho para llegar a los niveles de la elite internacional, pese a tener gente que vive en esos niveles, pero que son los menos. Se compara sólo con Perú, Bolivia y Argentina, así que no tiene grandes parámetros, especialmente para innovar, que es clave para el progreso de una nación.

Si observamos India y China, sobre todo, los últimos, su crecimiento económico se debe a la mano de obra barata, donde es insuperable. El tema tecnológico debe ser incorporado en Chile de manera urgente, salvaguardando lo que ya existe. China tiene 1.000.000 de estudiantes de ingeniería, en cambio al empresario chileno sólo le gusta lo seguro, lo que renta rápido, y ese tipo de cosas se están acabando con la economía mundial integrada. La crisis no se superará sólo con ajustes menores. Eso implica temas educacionales y culturales de fondo. Las grandes empresas mundiales sobreviven gracias a la innovación.

CCA: ¿Existen alternativas para el neoliberalismo?

RT: Sin duda, lo que sucede es que a Uds. en Chile los tienen convencidos, por la fuerza, o lo que sea, que este modelo es no sólo lo mejor que existe, sino que además, es lo único. Eso es una enorme falacia que deben enfrentar, ya que hay sectores, como el artesanado, por ejemplo, que quedan completamente desprotegidos y fuera del sistema, lo que es grave a largo plazo. El modelo actual beneficia sólo a las grandes empresas. En Argentina y Brasil, ya hay algunas experiencias regionales basadas en trueque, como grandes ferias. Eso, por cierto, que acá no se publicita, ya que no conviene a los poderosos, que quieren mantener su hegemonía a toda costa.